Estas patologías, que surgen a partir de distintos vicios constructivos, pueden manifestarse a través de diversas formas. Una de ellas es la aparición de mapeados o microfisuras en revoques cementicios. Estos casos provienen de un mojado deficiente de superficies muy absorbentes (ladrillos, bloques, etc.) antes de aplicar revoques sobre ellas. En consecuencia, el ladrillo absorbe agua de los morteros posteriores y provoca que el secado de los revoques sea prematuro. Así se reduce la adherencia y se genera la aparición de microfisuras lineales (con líneas serpenteantes y cortas) o microfisuras en red (mapeadas).
Si el ancho de las rajaduras es de 1 a 2 mm, el problema puede resolverse aplicando productos elastoméricos, realizando previamente una muy buena limpieza de la superficie mediante hidrolavado o cepillado enérgico. Así, después de haber eliminado los contaminantes, se recomienda aplicar Riopint Sentidos Fachada. La primera mano debe estar diluida al 20-30% con agua, y las manos siguientes sin diluir hasta lograr el nivelado de la superficie. Cuando se trabaja sobre revoques cementicios, se puede agregar arena con el objetivo de imitar la textura.
En caso de existir fallas estructurales en edificios, casas, pisos, piscinas, etc., pueden generarse roturas lineales de gran tamaño (más de 2 mm). Estas fallas suelen ser provocadas por la deficiencia o la ausencia de juntas de trabajo adecuadas en la construcción, que deberían calcularse en función del movimiento estructural y la dilatación del área de destino. En estas situaciones no se recomienda la realización de “llaves”, refuerzos ni reparaciones hechas con mezclas cementicias, dado que estas agregarían una mayor rigidez a la masa estructural y provocarían, en un futuro próximo, la aparición una nueva grieta en otra zona de la superficie.
Este tipo de reparación siempre debe llevarse a cabo después de un análisis previo para definir qué nivel de compromiso presenta el problema. No obstante, el primer paso siempre será profundizar las grietas para facilitar la incorporación de productos elásticos.
Es de vital importancia limpiar perfectamente las paredes de las rajaduras, para evitar que los productos posteriores presenten problemas de adherencia.
Si las grietas miden entre 2 y 10 mm, en primer lugar se recomienda aplicar Riopint Techos diluido con agua (1:1). En segundo lugar, rellenar las grietas con una mezcla compuesta por un 70% de Riopint Techos y un 30% de arena de agua dulce. La arena debe estar seca, limpia y tamizada hasta enrasar.
Si el ancho de las grietas fuera superior a 10 mm, deberá emplearse masilla elástica a modo de relleno principal y, a continuación, completar con la mezcla de arena y Riopint Techos. Las juntas de trabajo existentes deben relevarse y tratarse según cada necesidad puntual.
Para finalizar el trabajo, en todos los casos mencionados, deberá procederse de la siguiente manera:
En superficies interiores, aplicar los esquemas previstos con base acuosa o sintética.
En superficies exteriores, completar con 3 o 4 manos de Riopint Techos, o bien con 2 o 3 manos de Riopint Sentidos Fachada.
En piscinas, utilizar sellador para piscinas.
Para resolver problemas de grietas y rajaduras en otras situaciones, por favor consultar con nuestro departamento técnico.
Si querés vender nuestros productos Consultanos